5 mitos sobre tener un sitio web. ¿Por qué un dominio .ar es clave?

Navegando su propio dominio, mientras escucha música y chatea por WhatsApp en su notebook
Agosto 2025

Para cualquier proyecto o negocio tener presencia online no es una opción, es una necesidad, pero sin embargo, a la hora de crear un sitio web, todavía circulan algunas ideas equivocadas que pueden desanimar. Desde NIC Argentina, queremos aclarar algunas dudas que pueden llegar a confundir  y contarte por qué un dominio .ar es una herramienta fundamental.

Estos son los mitos más comunes:

“Con las redes sociales me alcanza”

Las redes sociales son excelentes para interactuar y difundir, pero depender exclusivamente de estas plataformas te deja a merced de sus cambios de algoritmo, sus políticas y eventuales caídas. Tu sitio web, en cambio, es tu espacio propio y bajo tu control, tu verdadero espacio en la red de redes. Imaginá que hipotéticamente sos dueño de una marca de ropa que solo vende por Instagram: ¿qué pasa si la plataforma cambia sus reglas o si tu cuenta es suspendida? Con tu propia tienda online, tenés el control total. Un sitio web te permite construir una marca sólida, ofrecer información completa y generar confianza en tus clientes porque detrás hay un titular, medios de pago más seguros, métodos de envío, entre otras cosas, algo que las redes sociales, por sí solas, no logran por completo.

“Tener un sitio web es muy caro”

El costo para registrar un dominio .ar es anual (pagás una vez cada doce meses) y una inversión mínima si considerás los beneficios a largo plazo. Pensá en esto como una inversión estratégica para el futuro de tu proyecto o negocio. Además, existen plataformas gratuitas o de bajo costo para crear sitios a medida y hasta servicios de hosting nacionales bastante económicos. Tener tu propia página ya no es un lujo. 
Consultá los aranceles para registrar tu dominio desde este enlace

“Necesito saber programar para crear un sitio web”

Gracias a los gestores de contenido (CMS) y a constructores visuales, crear una página web hoy es más intuitivo que nunca. Estas herramientas te permiten diseñar y publicar contenido arrastrando y soltando elementos, sin necesidad de escribir una sola línea de código. Te recomendamos investigar cuál se ajusta mejor a tus conocimientos y posibilidades. 

“Mi negocio es muy chico para tener un sitio web”

Precisamente, los negocios pequeños son los que más pueden crecer con una presencia online. Un sitio web te da credibilidad y profesionalismo, permitiéndote competir con empresas más grandes. Pensemos por ejemplo, en cómo una pequeña confitería de barrio puede llegar a clientes de toda la ciudad, mostrar sus productos, recibir pedidos y hasta ofrecer clases de repostería o panadería online, todo desde su propio sitio web. Además, permite que tu negocio esté disponible 24/7 para tus clientes, incluso cuando tu local físico está cerrado.

“Un sitio web no es necesario si tengo un local físico”

Tener un local físico es excelente y un sitio web lo complementa de manera perfecta. Funciona como tu vidriera digital, donde los clientes pueden encontrar tu ubicación, horarios de atención, tus productos y servicios antes de visitarte. Por ejemplo, un restaurante desde su sitio web puede mostrar el menú, permitir reservas online y hasta incluir reseñas de otros comensales. De esta manera, podés obtener muchas visitas en tu sitio y la posibilidad de que más personas conozcan tu negocio.  

Tu presencia digital empieza con un .ar

Los beneficios de tener un sitio web superan ampliamente las dudas que lo rodean. Y el primer paso para construir una estructura sólida, es registrar un dominio .ar, para que tu proyecto tenga una identidad en la red, una dirección única y el sello que te conecta con tus clientes locales.

Registrar un dominio .ar no es solo elegir un nombre; es asegurar tu lugar en la web y demostrar el compromiso que conecta tus ideas con tu audiencia. 

No esperes más, para más información sobre cómo arrancar te dejamos una nota donde te contamos el paso a paso para tener tu primer sitio web.